Si estás leyendo esto, es muy probable que pases una cantidad de horas nada despreciable sentado frente a un ordenador. Bienvenido al club. Con el auge del teletrabajo, nuestras casas se han convertido en nuestras oficinas, y la línea entre el sofá y la silla de trabajo es, a veces, peligrosamente fina. En este contexto, ha surgido un protagonista que promete revolucionar nuestra salud postural: el escritorio elevable o standing desk.
Seguro que has oído hablar de ellos. Esa mesa mágica que sube y baja con solo pulsar un botón, permitiéndote alternar entre trabajar sentado y de pie. La pregunta del millón es: ¿es solo una moda cara o realmente merece la pena la inversión? Llevo tiempo usando uno y te voy a contar mi experiencia sin filtros.
Los beneficios de trabajar de pie (que no son pocos)
Seamos sinceros, la idea de pasar 8 horas seguidas de pie no suena muy apetecible. Pero ahí está el primer error de concepto: el objetivo de un escritorio elevable no es que estés de pie todo el día, sino que rompas con el sedentarismo y alternes posturas.
Adiós (o al menos, hasta luego) al dolor de espalda
Pasar horas y horas sentado en la misma postura pasa factura. La espalda se resiente, los hombros se cargan y el cuello acaba hecho un mapa. Al ponerte de pie, obligas a tu cuerpo a activarse. La columna se alinea de forma más natural, los músculos del core trabajan para mantenerte estable y la presión sobre los discos intervertebrales disminuye. No es una cura milagrosa, pero la mejora es notable.
Un pequeño empujón para tu metabolismo
No, no vas a adelgazar 10 kilos por usar un standing desk. Seamos realistas. Sin embargo, diversos estudios, como este resumen de la Harvard Medical School, sugieren que trabajar de pie quema ligeramente más calorías que hacerlo sentado. No es una diferencia abismal, pero a lo largo de semanas y meses, todo suma. Es un pequeño gesto que mantiene tu cuerpo más activo.
Más energía y concentración
¿Te suena esa modorra que entra después de comer? Esa sensación de que tu cerebro se apaga y solo quieres echarte una siesta. Pues bien, uno de los efectos que más he notado es que ponerme de pie en esos momentos me «resetea». El simple cambio de postura reactiva la circulación, te espabila y te ayuda a recuperar la concentración. Es como tomarse un café, pero sin cafeína.
¿Es oro todo lo que reluce? La otra cara de la moneda
Por supuesto, no todo es un camino de rosas. Antes de que saques la tarjeta de crédito, hay un par de cosas que debes tener en cuenta.
Primero, hay un periodo de adaptación. El primer día que intenté trabajar de pie durante una hora seguida, me dolían los pies, las piernas y hasta partes de la espalda que no sabía que existían. Es fundamental empezar poco a poco: 20-30 minutos de pie, una hora sentado. Ve aumentando el tiempo gradualmente y, sobre todo, escucha a tu cuerpo.
Segundo, y muy importante: estar de pie todo el día también es malo. Puede causar fatiga, dolor en las piernas y aumentar la presión sobre las articulaciones. La clave del éxito de un escritorio elevable es la alternancia. El movimiento es lo que beneficia a tu cuerpo.
La opción popular: el escritorio elevable de IKEA
Hablemos de dinero. Un escritorio elevable puede ser una inversión considerable, con modelos que superan fácilmente los 500 o 600 euros. Aquí es donde entra en juego una de las opciones más populares para iniciarse en este mundillo: el escritorio elevable de IKEA.
Modelos como el TROTTEN (manual, con manivela) o el BEKANT (eléctrico) ofrecen una funcionalidad más que decente a un precio muy competitivo. ¿Son los mejores del mercado? Probablemente no. ¿Son una puerta de entrada fantástica para probar si este sistema es para ti sin arruinarte? Absolutamente sí. El escritorio elevable de IKEA cumple su función, es robusto y te permite experimentar los beneficios de alternar posturas. Si después de unos meses ves que le sacas partido y quieres algo con más prestaciones (memorias de altura, motores más silenciosos…), siempre puedes dar el salto a una gama superior.
No te olvides de la base: la importancia de una buena silla
Aquí llega una verdad incómoda: comprarte un escritorio elevable no te da carta blanca para tener una silla desastrosa. Vas a seguir pasando muchas horas sentado, así que invertir en la mejor silla de oficina que tu presupuesto te permita es igual de importante, o incluso más.
Una buena silla ergonómica debe permitirte ajustar la altura, la inclinación del respaldo, la posición de los reposabrazos… Debe adaptarse a ti, y no al revés. Sentarse correctamente es crucial para evitar dolores, y es el complemento perfecto para tu nuevo escritorio.
A veces, incluso la mejor silla de oficina puede necesitar un pequeño extra. Si notas que tu zona lumbar no queda bien apoyada, un cojin lumbar para silla puede ser tu mejor aliado. Es un accesorio económico que fuerza una postura más correcta y proporciona ese soporte adicional que marca la diferencia al final del día. No subestimes el poder de un buen cojin lumbar para silla para transformar una silla decente en una realmente cómoda.
Veredicto final: ¿merece la pena un escritorio elevable?
Mi respuesta corta es un sí rotundo.
No es una solución mágica que te vaya a poner en forma ni a curar una hernia discal, pero es una herramienta potentísima para combatir los efectos negativos de un estilo de vida sedentario. Es una inversión en tu salud a largo plazo.
El simple hecho de tener la opción de cambiar de postura con solo pulsar un botón te hace más consciente de tu cuerpo y te anima a moverte más. Para mí, ha supuesto una reducción drástica de la tensión en el cuello y la espalda, y un aumento notable de la energía en las últimas horas de la jornada laboral.
Si te lo estás pensando, mi consejo es que no te lances a por el modelo más caro. Empieza por una opción asequible, como el mencionado escritorio elevable de IKEA, y combínalo con una buena silla y, si lo necesitas, un cojin lumbar para silla. Prueba, experimenta y descubre qué funciona para ti. Tu espalda te lo agradecerá.
Preguntas Frecuentes
Q: Si compro un escritorio elevable, ¿cuánto tiempo debo pasar de pie y cuánto sentado?
A: No hay una fórmula mágica, lo ideal es empezar poco a poco y escuchar a tu cuerpo. Una buena pauta inicial es alternar 30 minutos de pie por cada hora que pases sentado. El objetivo no es estar de pie todo el día, lo cual también es perjudicial, sino romper con los largos periodos de sedentarismo e ir cambiando de postura regularmente.
Q: ¿Un escritorio elevable curará mi dolor de espalda crónico o me ayudará a adelgazar?
A: Es fundamental ser realista. En cuanto al peso, la quema de calorías extra es muy ligera, por lo que no es una herramienta para adelgazar. Respecto al dolor de espalda, no es una cura para lesiones o condiciones crónicas, pero sí es muy efectivo para aliviar y prevenir las molestias derivadas de una mala postura y de pasar horas sentado. Ayuda a alinear la columna y a reducir la tensión en cuello y hombros.
Q: Ya tengo una muy buena silla ergonómica, ¿realmente necesito también un escritorio elevable?
A: Sí, porque cumplen funciones diferentes y complementarias. Una buena silla es fundamental para garantizar una postura correcta mientras estás sentado. Sin embargo, el principal beneficio de un escritorio elevable es que te permite dejar de estar sentado por completo, introduciendo movimiento y alternancia en tu jornada. El verdadero enemigo es la postura estática, y la combinación de ambos elementos es la mejor forma de combatirla.
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